Festival Pianissimo con Yeol Eum Son

03 de octubre, Teatro Solís, 19:30hs. Entradas en venta en Tickantel y boletería del teatro, $280.

Directora: Ligia Amadio

Solista: Yeol Eum Son (piano, Corea)

Apoya: Embajada de Corea

 

Programa:

ROBERT SCHUMANN

Obertura Genoveva, op.81 (10`)

FRANZ LISZT

Concierto nº1 para piano y orquesta, en mi bemol mayor (19`)

JOHANNES BRAHMS

Sinfonía nº2, op.73, en re mayor (40`)

 

YEOL EUM SON

Las distinguidas interpretaciones de Yeol Eum Son, su toque cristalino, sus actuaciones versátiles y emocionantes han llamado la atención del público en todo el mundo.

Elogiada por su repertorio de conciertos ampliamente ecléctico, ha colaborado con grandes conjuntos del mundo como Gürzenich-Orchester Köln, Konzerthausorchester Berlin, Dresdner Philharmoniker, The Tonkunstler Orchestra en el Festival de Grafenegg, la Filarmónica de Bergen, la Orquesta Filarmónica de Radio Francia, la Orquesta de la Suisse Romande, la Filarmónica de Seúl, la Filarmónica de San Petersburgo y Moscú Virtuosi.

Ha actuado con los directores Dmitri Kitayenko, Valery Gergiev, Vasily Petrenko, Vladimir Spivakov, Omer Meir Wellber, Susanna Mälkki, Cristian Măcelaru, Jonathan Nott, Mikko Franck, Nicholas Collon, Andrew Manze y Yan Pascal Tortelier.

Yeol Eum debutó en el Reino Unido con la CBSO en Birmingham y en el Cadogan Hall de Londres con la Academia de St. Martin in the Fields. Su debut en Londres coincidió con el lanzamiento del CD Onyx, con una aclamada grabación de Mozart bajo la conducción de Sir Neville Marriner junto a la St. Martin in the Fields. Según The Times, Yeol Eum Son es un modelo de claridad y ligereza, mientras que Gramophone calificó la grabación mozartiana como extraordinariamente buena.

Debutó en la BBC Prom junto a la BBC Philharmonic y realizó importantes estrenos en el Reino Unido durante la temporada 18/19 que incluyeron apariciones en King’s Place con Aurora Orchestra y el debut de Wigmore Hall junto a la violonchelista Natalie Klein. En la temporada 19/20, se presenta con la Filarmónica de Liverpool, la Orquesta Sinfónica de Islandia, Budapest Festival Orchestra, Sinfonía de Singapur, Orquesta Sinfónica de Australia Occidental, Orquesta Sinfónica de Nueva Zelanda. En 2020 actuará con la Orquesta Sinfónica WDR de Colonia.

Como recitalista sensible y virtuosa, Yeol Eum ofrece frecuentes actuaciones en solitario y de cámara en todo el mundo.

Sus nuevos lanzamientos incluyen dos álbumes DECCA: el recital CD Modern Times, con música de piano solista escrita entre 1910-1920 por Berg, Prokofiev, Stravinsky y Ravel, y el CD Schumann y Brahms con la violinista Clara-Jumi Kang.

En 2018 fue nombrada Directora Artística de Música en PyeongChang, Corea, donde es responsable de programar festivales de verano e invierno. Es embajadora honoraria del Centro de Artes de Seúl y de su ciudad natal de Wonju.

Ha ganado el Segundo Premio en el Concurso Internacional de Piano Tchaikovsky (2011) y en el 13º Concurso Internacional de Piano Van Cliburn (2009).

Fue alumna de Arie Vardi en el Hochschule für Musik Theater y Medien Hannover en Alemania, donde reside actualmente. Es licenciada por la Universidad Nacional de Artes de Corea.

 

COMENTARIOS DE LAS OBRAS

Robert Schumann – Genoveva. Obertura

Robert Schumann (Zwickau, 1810 – Endenich, Bonn, 1856) constituye un ejemplo de compositor romántico de vida trágica, con su frustrada carrera de virtuoso cortada por el accidente en su mano derecha,  su salud psíquica afectada seriamente – la teoría más aceptada en la actualidad es la de un trastorno bipolar - y su relación con Clara Wieck, quien, considerada la pianista más famosa de Europa en el siglo XIX,  es también ejemplo de mujer compositora que resigna ese aspecto de su talento ante el de su esposo, siguiendo la ideología de género de su época. 
Schumann escribe esta Obertura en 1847, incluso antes de la concreción del libreto de la ópera, a cargo de Robert Reinick y del propio compositor.  El argumento está inspirado en la historia de la heroína medieval Genoveva de Brabante, aislada en una cueva por su supuesta falta de moral. La obra se desarrolla en cuatro actos; fue estrenada en 1850. Única ópera escrita por Schumann, no tuvo éxito, factor que habría determinado que el compositor no volviera a intentar la creación en este género. Por el contrario, la Obertura es considerada como una pieza especialmente valiosa dentro del repertorio orquestal del compositor. Según las reglas de la obertura romántica, la obra tiene forma de allegro de sonata; presenta y relaciona varios temas de la ópera. Se inicia con una introducción lenta, una especie de amplio recitativo, para luego oponer temas dramáticos y líricos marcados por las intervenciones de los cornos.

Franz Liszt - Concierto Nº 1 para piano y orquesta en Mi bemol Mayor

La obra de Franz Liszt (Raiding, Hungría, 1811 – Bayreuth, 1886)  constituye un antecedente fundamental para las corrientes que se desarrollarán en el fin del siglo XIX y comienzos del XX – por ejemplo, la influencia de su escuela pianística y de  su técnica de orquestación en la producción  de los impresionistas. Su producción orquestal incluye, entre otras obras,  trece poemas sinfónicos – género del que es creador fundamental  -  y las dos “sinfonías”, Fausto y Dante, en las que coros y orquesta llegan al máximo despliegue romántico. En cuanto al piano, es el responsable de una de las dos grandes escuelas del Romanticismo (la otra es liderada por Chopin). Sus creaciones, su labor de pedagogo, contribuyen al reinado de este instrumento en su apogeo dentro del período.
El Concierto N° 1 para piano y orquesta es esbozado en Roma, en 1839 – 1840, pero concluido en Weimar en 1848 y estrenado en 1855, dirigido por Berlioz y con Liszt al piano – conjunción de artistas y escenarios que constituyen una condensación del período romántico.
La forma de la obra desconcertó a críticos y público: los cuatro movimientos se interpretan sin interrupción, con un formato rapsódico. El Primer Movimiento tiene forma de allegro de sonata; comienza con uno de los motivos melódicos – siete sonidos, reducidos a tres – más conocidos de la literatura para piano y orquesta. Le sigue, en contraste, un Quasi Adagio tripartito, lírico; el Tercer Movimiento tiene el carácter de un scherzo en el que se luce el piano y donde destacan los efectos rítmicos y el trabajo de instrumentación, y el Cuarto Movimiento retoma motivos de toda la obra, con un final en tutti  de orquesta y piano. La obra es un ejemplo de la brillante orquestación de Liszt y de su capacidad para relacionar instrumento solista y orquesta.


Johannes Brahms - Sinfonía Nº 2 en Re Mayor Op.73


La producción de sinfonías por parte de los compositores románticos hace evidente la vigencia de esta forma heredada del Clasicismo. Esa tensión entre la estructura ordenada por la forma y los imperativos de una estética que tiende hacia innovaciones más libres está siempre presente en la obra de Brahms (Hamburgo, 1833 – Viena, 1897).  Como sucedió desde que Schumann lo “ungió” como el sucesor de Beethoven, desde que Hans von Bülow llamó a su Sinfonía N° 1 “La décima” en cuanto posible continuadora de las sinfonías de Beethoven, críticos e investigadores han buscado relaciones y continuidades entre las sinfonías de Brahms y la obra de Beethoven. 
La Segunda Sinfonía presenta un interesantísimo manejo de los aspectos rítmicos y del arte de la variación: Brahms tomó de Beethoven la técnica de la derivación motívica y expandió este procedimiento. El primer movimiento, por ejemplo, está construido con presencia constante de dos motivos muy simples, escuchados casi al comienzo, uno de tres sonidos y otro de dos; el manejo de estas dos figuras sorprende por las posibilidades con que el compositor teje la textura a partir de ellas. El motivo de tres sonidos también da lugar a numerosos desarrollos rítmicos. El segundo tema de este movimiento está constituido por la primera línea melódica de su célebre canción de cuna (Guten Abend, gute Nacht…)
El Segundo Movimiento también presenta numerosos motivos rítmicos con juegos de acentuaciones, trabajo que llega a su mayor sofisticación en el Tercer Movimiento.  Con su característica mezcla de humildad, angustia por su responsabilidad histórica y seguridad en su talento, Brahms manifiesta sus dudas respecto a haber conseguido una buena sinfonía, a pesar del éxito logrado en su estreno. Éxito que había predicho Clara Wieck, a quien, como durante la composición de la Primera Sinfonía, el compositor hizo llegar las partituras. La Segunda Sinfonía resume aspectos biográficos del compositor – sus dudas y certezas respecto a su trabajo, su vínculo con Clara Wieck – y reúne, como la Primera, aspectos de la herencia beethoveniana y el interés del compositor en buscar la innovación.

Marita Fornaro Bordolli
Centro de Investigación en Artes Musicales y Escénicas/
Escuela Universitaria de Música
Universidad de la República

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